La energía procede de una gran variedad de fuentes (electricidad, gas, petróleo, vapor, etc.) y se utiliza en empresas de todo el mundo. Aunque el coste de la energía aumenta a medida que se agotan los recursos no renovables, la buena noticia es que reducir el consumo energético de las empresas industriales no sólo reducirá costes, sino también su huella de carbono, disminuyendo su impacto en el medio ambiente. Y esta es la base sobre la que ARGUMO realizar una auditoría energética, punto de partida esencial para una buena gestión de los recursos, estableciendo un estado del consumo de energía, teniendo en cuenta las características y usos específicos del lugar, e identificando medidas para mejorar el rendimiento energético.
Esta auditoría también pretende realizar un estudio de prefactibilidad de las inversiones para establecer el dimensionamiento y las características técnicas, energéticas y económicas de las medidas más interesantes, así como poner en marcha un proyecto demostrador.
La realización de un estudio de este tipo suele constar de cuatro fases principales, a saber
Fase 1: Realización de la auditoría energética
Esto empieza con un análisis detallado del rendimiento energético de nuestra fábrica, que incluye el análisis del consumo de agua y electricidad y la parte que representan la iluminación, el aire acondicionado, los motores eléctricos y los compresores de aire comprimido en este consumo eléctrico.
Fase 2: Análisis de datos y mediciones
Tras recopilar los datos necesarios sobre el edificio y sus usos, pasamos a identificar las principales fuentes de consumo energético, en nuestro caso la electricidad. El objetivo es determinar el índice de consumo eléctrico de cada servicio (iluminación, climatización, motores eléctricos, compresores de aire comprimido) durante un periodo determinado, y extraer a continuación las posibilidades de evolución, los costes de las inversiones necesarias y el ahorro previsto.
Fase 3: Identificación de acciones para mejorar el rendimiento energético
Estas son las posibles medidas correctoras y buenas prácticas a adoptar para preservar la eficiencia energética de nuestra planta.
Por ejemplo:
- Para la iluminación :
- Limpiar las lámparas con regularidad
- Coloque los puestos de trabajo y abra las persianas para aprovechar al máximo la luz natural.
- Apague las luces al salir de despachos, habitaciones, etc.
- Colocación de carteles para concienciar sobre el uso racional de la energía en las letrinas
- Para motores eléctricos
- Instalación de variadores de velocidad (VSD) en máquinas de carga variable
- Uso de motores de alta eficiencia en caso de sustitución
- Sustitución de motores rebobinados
- Para compresores de aire comprimido
- Instalación de caudalímetros de aire conectados a una sala de control
- Instalación de indicadores de presión en la red
- Lanzamiento de una campaña de detección de fugas
Fase 4: Evaluación técnica y económica y propuesta de plan de acción
Este estudio del rendimiento energético de los equipos y procesos técnicos, permite identificar las causas del consumo excesivo de energía y proponer un plan de acción para realizar obras o instalar una solución que optimice el consumo energético de nuestra fábrica.
La eficiencia energética se considera ahora un factor clave para racionalizar el consumo de energía. La ambición d'ARGUMO es garantizar un mejor uso de la energía en todos sus edificios, teniendo en cuenta la necesidad de optimizar y mejorar el consumo energético para satisfacer las crecientes necesidades energéticas del país y del mundo en su conjunto.
